BOLETÍN INFORMATIVO N° 5
Noviembre 2004
II JORNADAS REGIONALES INTERDISCIPLINARIAS DE ADOPCIÓN
Se llevaron a cabo el pasado 22 de octubre en el Salón de Actos del Palacio de Justicia con la asistencia de Profesionales de las áreas del Derecho, la Salud, la Educación y el Trabajo Social.
Se analizaron distintos aspectos del tema: “Familia de Origen: luces y sombras” y se destacaron prestigiosos panelistas: Jueces de Familia, Trabajadores Sociales y Psicólogos, integrantes del Poder Judicial y de Programas comprometidos con la niñez y adolescencia.
La información y la comunicación con quienes forman parte de las instituciones de la comunidad, (gubernamentales, Ongs, escuelas, centros de salud, parroquias, etc.), debido a las redes iniciadas por el Equipo, impulsada con las primeras Jornadas, motiva un gran interés respecto del tema de Adopción.
Se ha detectado también en la sociedad un gran desconocimiento de las vías legales y una inclinación hacia otros medios para incorporar un niñ@ a las familias, en detrimento del crecimiento saludable del mismo en la verdad y en el respeto por sus derechos.
Por esta razón es cada vez más comprometida nuestra participación en la comunidad llevando este tema a todas las instituciones que se encuentran en relación directa con las mujeres en conflicto con su maternidad, para que, entramando una red social podamos acompañarlas, contenerlas y asesorarlas, para asegurar al niñ@ que protegemos un buen futuro, sea en su familia de origen o en una familia adoptiva.
Reiteramos la importancia del aviso que cualquier ciudadano puede dar al RUA, EIA o Secretaría Tutelar de los Juzgados de Familia, sobre casos conocidos de mujeres en conflicto con su maternidad, a fin de evitar la compra-venta de niñ@s, que son tomados como objetos y no como lo que realmente son: seres humanos necesitados de la protección de sus derechos.
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¿CUÁNTO VALE UN HIJO? II (Acerca de madres biológicas)
por la Lic. Judit Fraidenray
Psicóloga del Equipo
Ref. “niñ@” = niño – niña
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En nuestra cultura, se considera casi en forma terminante que una mujer que gesta y engendra un niñ@ "debe" hacerse cargo del mismo. Se da por supuesto la existencia del "instinto materno" y se suele juzgar duramente a aquellas mujeres que no cumplen con su deber.
Frente a una mujer que decide no hacerse cargo de ese niñ@ surgen frases como: "ni los animales hacen eso" o "si lo quiso hacer, ahora que se lo aguante". Ello muestra los prejuicios existentes y la exagerada simplificación que se hace de situaciones humanas de gran complejidad. Por supuesto se excluye del discurso la existencia de algún "instinto paterno" que lleve al varón a proteger y hacerse responsable de su prole. La carga inevitablemente está puesta en la mujer pues como ella lo lleva en el vientre, ella es la que debe hacerse cargo también fuera del vientre.
El
Hemos aprendido a verlas como "mujer en conflicto con su maternidad"; seres humanos que sufren, temen, se avergüenzan, niegan, se defienden, sobreviven y también aman, se preocupan, se ocupan y viven como pueden las circunstancias de su historia. Historias caracterizadas por familias disfuncionales, por falta de contención, por vivencias de abandonos reiterados (padres, parejas); otras veces marcadas por la violencia física, abuso o violación. También mujeres que no tienen acceso a una planificación, que no son cuidadas por sus parejas y cuyos embarazos no buscados ponen en riesgo la ya precaria situación familiar; mujeres caídas del sistema capitalista sin recursos para acceder a una educación o a un trabajo.
A veces son apenas adolescentes que no cuentan con la madurez mínima necesaria para cuidar a otro, que piensan en el festejo de sus 15 años y en un novio, excluyendo de sus posibilidades actuales criar a un niñ@ que ,sin embargo está por nacer.
Muchas más son las historias y las razones por las que una mujer no puede internamente vincularse con ese niñ@ que lleva en su vientre.
Hablamos de "mujeres en conflicto" porque para la gran mayoría de ellas, llegar a la decisión de entregar al niñ@ es un proceso (la duración depende de cada historia) durante el cual se debaten internamente entre el "deber" social y lo que realmente pueden; entre las presiones externas opuestas a las vivencias internas; entre lo que les dicen de afuera y lo que piensan y sienten profundamente.
Cuando
una mujer en conflicto con su maternidad ( ya sea que esté embarazada de pocos
meses, o con un embarazo avanzado, que ya haya nacido el niñ@,
o que el mismo tenga 1, 2 o más años de edad) llega al Equipo Interdisciplinario
de Adopción, es atendida en forma personal (humana) por un profesional capacitado
para contenerla, escucharla, asesorarla, ayudarla a pensar alternativas para
su situación, analizar juntos sus motivos, los más externos y los más profundos,
y si es totalmente segura y definitiva su decisión, acompañarla en el proceso.
Hay mujeres que , pasado un tiempo de haber entregado a su hijo, se acercan
al E.I.A. pues saben que es un lugar de contención,
sienten confianza para volver y contar sus expectativas y lo que pueda preocuparlas
respecto a lo vivido; otras deciden no volver a tomar
El decir "NO PUEDO" asumir la maternidad con este niñ@, ocupándose de que quede protegido por un sistema que garantiza los derechos del niñ@ - Adopción - indica un nivel de responsabilidad y de ocupación por el otro, permitiéndole a ese niñ@ poder gozar de una vida y de un futuro que siente que ella no puede ofrecerle y sí puede dárselo una familia adoptiva preparada. El valor que esa mujer otorga a ese niñ@ es tan alto, que le permite reconocerlo como una persona con necesidades y derechos. El origen de ese niñ@ cuenta con su reconocimiento como sujeto valioso en sí mismo.
Aquí hay una sustancial diferencia con aquellas mujeres en conflicto con su maternidad que vivencian al niñ@ como una "cosa" que por carecer de valor como persona tiene precio, que puede ser vendido, canjeado o simplemente regalado. También difieren de otras mujeres que cosificando al niñ@ lo privan de una vida digna, de sus posibilidades y de un futuro, me refiero a las mujeres que abortan o llevan a la muerte a un niñ@ por privación material o afectiva, por maltrato o negligencia. Muchas otras veces, sin llegar al extremo de la muerte, la sola "conservación" de un niñ@, por presión social o por "deber", porque es "mío" pero sin afectividad y sin poder cumplir un rol materno mínimo, cosifica y despersonaliza al niñ@, con graves secuelas físicas y emocionales.
Gran
parte de estas situaciones podrían evitarse solamente con una llamada telefónica,
con una denuncia anónima y con compromiso social de todos los que alguna vez
"saben" o toman
El valor de origen de un niñ@, el que le otorga esa madre de origen (y los que actúan alrededor de ella), será el origen del valor de ese ser humano , valor que lo acompañará por siempre.